A menudo llamados «los pediatras de la odontología», los odontopediatras se especializan en aportar necesidades preventivas y terapéuticas de salud bucal integral para niños desde que son bebés hasta la adolescencia.
Cuidado dental pediátrico
Entre los cuidados prestados por los odontólogos pediátricos se encuentran los exámenes regulares de salud bucal (incluyendo la evaluación del riesgo de caries en el lactante y la madre), en cuidado dental preventivo (como el correcto cepillado y recomendaciones de dieta/nutrición), tratamientos regulares de limpieza y de flúor y el uso de sellantes para prevenir las caries. Un dentista pediátrico también puede:
- Proporcionar protectores bucales para prevenir lesiones deportivas
- Proporcionar o recomendar cuidado preventivo especial para protegerse frente a problemas tales como la dentición y la enfermedad de las encías
- Ofrecer consejos de hábitos saludables por ejemplo en relación a la succión del pulgar o el uso del chupete.
- Evaluación y tratamiento para el enderezamiento de los dientes o mordida inadecuada en el niño (ortodoncia)
- Reparar caries infantiles y cualquier otro defecto dental
- Diagnosticar y tratar las condiciones bucales asociadas con enfermedades como la diabetes infantil, defectos cardíacos congénitos, asma y trastorno de déficit de atención/hiperactividad.
- Diagnosticar y tratar las dificultades de desarrollo dental, como los dientes que no han acabado de formarse.
- Controlar las enfermedades y afecciones de las encías como la enfermedad periodontal pediátrica, las úlceras o los problemas de frenillo en la lengua.
- Cuidado de las lesiones dentales, como los dientes fracturados o golpeados.
Dentistas pediátricos VS Dentistas generales
Muchos niños son tratados por dentistas generales, que a menudo ya tiene relación con su familia. Sin embargo, aunque no necesariamente proporcionan una mejor atención que los dentistas generales, los dentistas pediátricos pueden ofrecer el enfoque especializado en el niño, que los dentistas generales muchas veces no están preparados para ofrecer.
A diferencia de un dentista general, un dentista pediátrico tiene dos o tres años de formación adicional después de realizar la odontología general. Este programa de estudio y experiencia práctica se centra en la psicología infantil, el crecimiento y el desarrollo. Los dentistas pediátricos saben cómo examinar y tratar a los niños -que no suelen ser los más pacientes y cooperativos- de manera que hagan la visita más cómoda y segura. Suelen usar equipos adaptados y también decorar las consultas de temática infantil.
Elegir un dentista pediátrico como especialista de tu hijo ayuda a asegurarse de que está recibiendo los mejores tratamientos, junto con la atención y los recursos más personalizados para prevenir, detectar y tratar todas las necesidades de salud dental/oral de los más pequeños durante sus diferentes etapas de desarrollo.
Los dentistas pediátricos pueden centrarse en la prevención y en la educación. Poe ejemplo, en la adolescencia, cuando la apariencia y la autopercepción tienen un lugar central, en énfasis puede cambiar hacia la restauración y corrección de los dientes y la enseñanza de la atención dental preventiva, que incluye información sobre información sobre ortodoncias, piercings en la boca, el tabaco o las drogas y opciones de restauración y cosméticas como el blanqueamiento dental o las carillas o coronas dentales.
Los dentistas pediátricos pueden colaborar con pediatras y otros médicos para asegurarse de que tu hijo está atendido por un enfoque completo en equipo. Si tienes dudas para decidir en tu clínica dental habitual pueden ayudarte.
La odontología pediátrica y la sedación.
Los odontopediatras están calificados para administrar sedación a sus pequeños pacientes. Estos tipos de técnicas incluyen:
Medicación oral: El dentista pediátrico selecciona un medicamento y una dosis que relajes a tu hijo pero que no lo dejan inconsciente. Así, puede seguir siendo sensible al tacto y a las direcciones que se le puedan dar. Esta opción puede recomendarse para niños ansiosos, inquietos o muy jóvenes.
Anestésicos locales: Un anestésico tópico se puede aplicar con un bastoncillo de algodón para prevenir el dolor en la superficie de la boca. Un anestésico local como la Lidocaína se puede inyectar en un área específica de la boca de un niño para prevenir molestias durante el tratamiento. Los anestésicos locales causan efectos que pueden durar más allá de la salida de la consulta.
Óxido nitroso (“gas de la risa”): Quizás el sedante más seguro en odontología, el óxido nitroso reduce la ansiedad y el entumecimiento de los niños, haciendo las citas largas más fáciles. El niño permanece consiente durante el tratamiento; la recuperación posterior es rápida y total.
Anestesia general: La mayoría de las veces que los niños no toleran el tratamiento dental intensivo se recomienda la anestesia general para que el paciente duerma, haciéndolos completamente inconscientes y por tanto incapaces de responder al tacto o a las voces.
La anestesia general debe ser proporcionada siempre por profesionales de la salud calificados, incluidos los dentistas pediátricos con educación avanzada en anestesiología, anestesiólogos dentales / médicos, cirujanos orales y anestesistas de enfermería registrados. Independientemente de si se lleva a cabo en una consulta dental o en un hospital, el tratamiento debe contar con equipo especial de monitorización y personal de apoyo capacitado.
Cuándo y con qué frecuencia visitar a los dentistas pediátricos
La primera visita al dentista pediátrico suele ocurrir aproximadamente a los seis meses después de que haya salido el primer diente de tu bebé y no más tarde de un año después.
Lo normal es que los niños visiten a su dentista pediátrico cada seis meses. Algunos dentistas pediátricos pueden recomendar visitas cada tres meses dependiendo del caso en particular.
Qué esperar durante la primera visita
En la primera visita el dentista pediátrico presentará una evaluación de riesgo de caries, información acerca de las necesidades de cuidado dental en la infancia y sobre los hábitos de los niños como la succión del pulgar o el chupete. Después de examinar la boca de tu hijo y hablar contigo también te dará información acerca del cuidado preventivo en casa, como el cepillado correcto, la dieta o el uso del flúor. También acerca de medidas preventivas para evitar daños en la boca y en los dientes, así como acerca del crecimiento y el desarrollo.
Como ves, llevar a tu hijo a un dentista especializado en los más pequeños es la mejor opción para conseguir cuidar su sonrisa desde el principio y facilitar unos hábitos correctos para una boca sana que dure toda la vida.
En la Clínica Beltrán estamos orgullosísimos de presentar nuestra última flamante incorporación a la sección de Chiquidientes. La odontopediatra Nuria Hervás, especialista en el trato con esos pequeños y encantadores monstruitos.
¡Ven a conocerla!
😉
Doctora Nuria Hervás. La nueva odontopediatra en Clínica Beltrán.
La Dra. Nuria Hervás es odontopediatra. Estudio odontología en la UV, para después hacer un máster en odontopediatría en la UCV. Es especialista en sedación consciente y en manejo del comportamiento de los niños.