Un odontopediatra conoce a la perfección las necesidades especiales que tienen los niños hasta que llegan a la etapa de la adolescencia. Por ello, para elaborar este artículo le hemos pedido a María Ángeles Matoses, la encargada de cuidar la salud bucodental de los niños en la Clínica Beltrán, algunos consejos para informar sobre los hábitos de higiene dental que tiene que seguir un niño desde una edad muy temprana.
Normalmente resulta complicado hacer entender a los niños de la importancia que tiene una buena higiene bucodental y de las visitas periódicas al dentista. Pero es precisamente a esta edad cuando más atención hay que prestar a sus hábitos de higiene dental.
Es muy importante que los niños, desde que son muy pequeños, vayan adquiriendo buenos hábitos y que los mantengan a medida que vayan creciendo para prevenir la aparición de caries.
Cómo cuidar la higiene bucal de un bebé
Ya desde el nacimiento se debe empezar a cuidar la higiene bucal de los bebés. Hay que limpiar las encías para prevenir la aparición de hongos en la lengua, conocida como candidiasis oral infantil.
Hasta alrededor de los 6 meses, se pueden limpiar las encías y la lengua del bebé ayudándose de una gasa húmeda enrollada en el dedo o bien un cepillo de dedo para bebés, que se puede comprar en farmacias. Una vez le empiecen a salir los dientes, podemos utilizar un cepillo de dientes de filamentos muy suaves especial para bebés.
«Debemos limpiarle las encías y/o los dientes diariamente solamente con agua, después de cada toma o comida, especialmente después de desayunar y antes de acostarle»
Primera visita de un niño al dentista
La primera visita con el odontopediatra para el seguimiento y cuidado del correcto desarrollo de los dientes es muy importante realizarla cuando el niño haya cumplido 1 año o al menos antes del tercer año.
A partir de los 2 años, si el niño ya sabe escupir y no se traga la saliva al cepillarse los dientes, se puede utilizar un poco de pasta de dientes, del tamaño como de un guisante, así como comenzar a utilizar el hilo dental.
Además, se recomienda que los niños acudan, dependiendo del riesgo de caries y la edad, cada 3, 6 o 12 meses al dentista. Normalmente es cada 6 meses. De esta forma se revisa desde el cepillado, el riesgo de caries y en el caso de niños con dentición mixta, como llevan el recambio de los dientes.
Prestar atención a los niños durante el cepillado
También añade que, además del movimiento, es importante que abarquen toda la boca y limpien cada uno de los dientes el tiempo suficiente. Deben limpiar tanto la cara exterior como la interior. La mejor forma es colocando los filamentos inclinados hacia la encía y cepillando suavemente hacia delante y hacia atrás o con movimientos circulares.
«El cepillado no es siempre algo sencillo y entretenido, por lo tanto, para facilitar la tarea de enseñarles cómo se debe cepillar los dientes conviértalo en un juego o si te cepillas los dientes junto a ellos seguramente querrán imitarte y le hará sentirse mayor».
Es importante que los padres le ayuden con el repaso final para garantizar una correcta higiene por lo menos hasta los 6 años.
En cuanto a la frecuencia de lavado, deben cepillarse siempre los dientes después de comer durante aproximadamente dos minutos, especialmente después de tomar alimentos azucarados y siempre antes de ir a dormir.
Para prevenir la caries dental, también se aconseja administrar a los niños un suplemento de flúor. Sin embargo, tomado en cantidades excesivas puede ser perjudicial para el esmalte de los dientes. Así pues, es importante consultar previamente con un odontopediatra la cantidad de flúor recomendada para la edad del niño.
Si estás interesado en conocer más sobre la salud bucodental de un niño, no dudes en ponerte en contacto con la Clínica Beltrán. María Ángeles Matoses estará encantada de poder ayudarte.
¡La sonrisa de los pequeños en las mejores manos!