El tratamiento del paciente desdentado total o parcial con implantes osteointegrados es cada vez más frecuente en nuestra práctica habitual. Una mayor demanda estética y funcional de estos pacientes, hace que cada día se intenten disminuir más los tiempos de espera para cargar dichos implantes, disminución que en algunos casos podría perjudicar el proceso de osteointegración de las fijaciones.
Aprovechamos la entrevista que dio el Dr. Miguel Beltrán en Levante TV para hacer un breve repaso a los implantes de carga inmediata.
Implantes tradicionales vs implantes de carga inmediata
Durante muchos años, los implantes dentales han sido la única opción para muchos que han sufrido pérdidas de dientes o dientes dañados.
Implantes tradicionales
Los implantes tradicionales incluyen la colocación de los implantes y la disponibilidad para la restauración de dientes después de 3 a 6 meses. Se necesita este marco de tiempo para que el hueso y las encías se inserten en el implante.
La desventaja obvia de este procedimiento es que deja al paciente sin dientes o con una prótesis removible, temporal. Para muchos pacientes, este periodo de tiempo demasiado largo e incómodo y, finalmente, deciden renunciar a la idea de los implantes dentales.
Implantes de carga inmediata
En ciertos casos, los procedimientos de implantes de carga inmediata, son considerados como una opción mejor que los implantes tradicionales. Los implantes de carga inmediata se exponen a la fuerza de masticación inmediatamente después de la implantación.
Sin embargo, la definición exacta de la carga inmediata puede variar desde el mismo día de la carga del implante, a una carga diferida en breve como la fabricación de una prótesis provisional fija que podría retrasarse debido a las limitaciones de laboratorio dental.
¿Para quién son aptos los implantes de carga inmediata?
Aunque los implantes dentales de carga inmediata están ganando reconocimiento como una opción importante para ciertas categorías de pacientes con implantes, hay una serie de casos clínicos en los que la carga inmediata no se puede realizar sin riesgo de fracaso.
Los implantes de carga inmediata se realizan en el mismo día y no son procedimientos complejos, pero sí implican el cumplimiento de ciertos criterios: hay una cantidad mínima de hueso requerida y el implante colocado tiene que estar en condiciones para resistir un mínimo de mordida.
Para un solo implante, el dentista tiene que ajustar la corona temporal de manera que se evite cualquier tipo de fuerza sobre el mismo. La corona temporal se fija por razones estéticas y no para la funcionalidad.
En casos complejos donde se trate un arco completo, y más de cuatro a seis implantes que colocan en el maxilar o arco mandibular, la situación es paradójicamente más fácil. El uso de un gran número de implantes, necesitan estar unidos por una prótesis inmediata y así poder evitar micro movimientos en la interfase hueso-implante. Es un elemento crítico en este protocolo.
Resultados más rápidos y estéticos
El avance en el diseño del implante, permite que se acorte un tiempo de tratamiento sin resultados estéticos comprometidos. La carga inmediata de los implantes disminuye la duración del tratamiento, elimina la necesidad de aparatos removibles, y mejora la estética, ayudando a mantener los niveles blandos y de tejido duro.
La revisión de los pasos de carga inmediata:
- Colocar un implante en la posición correcta. Lo ideal sería de 3 mm de distancia de un diente o implante adyacente.
- Verificar estabilidad inicial.
- Colocar un pilar definitivo, del color del diente.
La selección del paciente, la habilidad del dentista, las características del implante, la posición del implante, la calidad y cantidad de hueso, la estabilidad inicial, y el diseño oclusal son factores importantes en el éxito. Si se siguen las directrices, el tratamiento restaurador se simplifica y el resultado estético optimizado.