La maloclusión de clase III se caracteriza por una posición más adelantada de la mandíbula inferior con respecto a la superior. Dentro del campo de la ortodoncia, podría considerarse uno de los problemas más complejos de tratar porque afecta tanto al desarrollo mandibular y a la estética de la persona.
Se calcula que la incidencia de una maloclusión esquelética de clase III varía entre el 1% y el 5% de la población. Las causas pueden ser muy diversas, entre las que destaca la herencia genética, malposiciones dentarias, una incorrecta posición de la lengua y un desarrollo anormal de los dientes, entre otros.
¿Cómo se corrige la maloclusión de clase 3?
Para su corrección existen distintas opciones de tratamiento: cirugía ortognática (o cirugía de la mandíbula), la ortodoncia o una combinación de ambas. El tipo de tratamiento escogido variará de la edad del paciente, de la gravedad de la discrepancia, de la inclinación y posición de los dientes anteriores y de factores estéticos.
Carlos Bellot, ortodontista en la Clínica Beltrán y uno de los mejores especialistas en la Comunitat Valenciana, nos cuenta a través de un caso clínico real cómo tratar esta patología.
Caso real de maloclusión de clase 3 esquelética
Se reporta un caso de un paciente de 17 años que acudió a la clínica porque quería mejorar su sonrisa, con especial preocupación por su mordida cruzada anterior. A pesar de no tener antecedentes médicos, las fotografías faciales mostraban una sonrisa poco estética: exposición reducida de los dientes anteriores superiores, asimetría de la barbilla ligeramente desplazada hacia la izquierda o diastema en los incisivos centrales superiores, entre otros problemas.
Los objetivos principales del tratamiento fueron:
-Mejorar la estética de la sonrisa logrando una orientación horizontal aceptable
-Mejorar la exposición, posición y morfología de los dientes anteriores superiores
– Conseguir una aceptable relación de las arcadas dentales
Se valoraron varias alternativas al tratamiento. En primer lugar, la cirugía ortognática, que finalmente fue descartada porque no era una opción funcional y el paciente se mostró reacio a someterse a una cirugía. En segundo lugar, se valoró la opción del uso de ortodoncia con brackets y elásticos de clase III 24 horas al día para acelerar la alineación de la arcada dentaria superior y la arcada inferior.
Un diagnóstico preciso fue crucial para los óptimos resultados conseguidos. El tratamiento empleado para este paciente se conoce como compensación dentoalveolar esquelética de clase III.
Tras 24 meses de tratamiento, se eliminaron los brackets y para la retención y estabilidad del tratamiento, se aplicaron retenedores linguales fijos en la arcada superior e inferior. También proporcionamos retenedores extraíbles para ser usados por la noche.
El resultado, una sonrisa mucho más atractiva, mejorando la alineación de ambas arcadas y la estética de los incisivos superiores.