Encías retraídas: qué son y cómo prevenirlas

Cuando hablamos de encías retraídas hablamos de una afección bucodental que conlleva la progresiva pérdida del tejido de soporte dentario y que provoca poner al descubierto la raíz del diente y, en casos graves, la posible pérdida de la pieza dental.

En condiciones normales, se recomienda asistir al dentista, al menos, una vez al año. Sin embargo, para algunas personas con patologías o malos hábitos de higiene dental, es posible que sea necesario aumentar la frecuencia de visita a los seis meses, sobre todo, para aquellas personas que sufren periodontitis o gengivitis.

Las encías retraídas son una afección bucal muy común en las personas que hay que detectar cuanto antes. Este no es solamente un problema estético, sino que puede ocasionar consecuencias muy perjudiciales en la boca. Por ello, es muy importante que no dejes pasar tu visita de control anual en el dentista. En este post os contamos qué son las encías retraídas y qué causas las provocan.

¿Cómo sé si tengo las encías retraídas?

En primer lugar, se trata de una afección estética. Esto es, la puede detectar el paciente a simple vista. Sin embargo, cuando la retracción gengival (de encías) se comienza a apreciar, quiere decir que la pérdida de hueso ya ha empezado.

Algunos de los síntomas que deberían hacer saltar las primeras alertas al paciente y por los que debería plantearse la visita al dentista son:

  • La pérdida progresiva de la encía y del hueso que soporta el diente;
  • Aparición de caries;
  • Aumento de la hipersensibilidad al frío y al calor;
  • En casos más graves, la pérdida del diente.

¿Qué causa sufrir encías retraídas?

Como decimos siempre en el blog, la forma de prevenir cualquier enfermedad bucodental es mantener unos hábitos correctos de higiene dental. Una limpieza bucal al año debería de ser obligatoria para cualquier paciente, incluso para aquellos que tienen unos constantes hábitos de higiene dental. De esta manera, será el profesional quien detecte el problema y ponga una solución inmediata.

Las principales causas de la retracción de las encías son las enfermedades periodontales, como la gengivitis y la periodontitis, un mal cepillado, el tabaquismo o traumatismos o traumatismos en la boca.

Enfermedades periodontales

Se trata de la principal causa de la aparición de las encías retraídas.

La gengivitis consiste en la inflamación de la encía alrededor del diente afectado debido a la acumulación de restos alimenticios o placa dental entre los dientes. El síntoma más frecuente es el sangrado de las encías durante el cepillado.

Si la gengivitis no se trata a tiempo, puede derivar en una enfermedad periodontal. Esto es, la placa bacteriana se va acumulando entre la encía y el diente, de manera que se forma que la infección va penetrando cada vez más hasta la raíz del diente. Si esta no se coge a tiempo, puede derivar en la pérdida del diente.

Mal cepillado de dientes

A veces creemos que cuanto más fuerte nos cepillemos los dientes, mejores resultados obtendremos. En realidad sucede totalmente al revés. No es necesario apretar mucho para conseguir una buena higiene. Cepillarse los dientes fuerte o con presión y el uso de cepillos duros puede provocar la destrucción del tejido y, con ello, la retracción de las encías.

Por lo general, los cepillos duros se desaconsejan, ya que su uso prolongado puede provocar alteraciones de todo tipo en las encías. Aún así, en caso de duda, siempre es aconsejable consultarlo con un especialista.

Tabaquismo

El tabaco provoca el debilitamiento de las encías y, cuando las encías están debiles, pueden sufrir cualquier tipo de enfermedad periodontal, como las encías retraídas.

Traumatismos bucales

Los golpes fuertes en la boca provocan lesiones en los dientes y en los tejidos de boca. Estos pueden ser consecuencia de un golpe fuerte tras un accidente o por la práctica de deportes de contacto como el fútbol o el rugby.

Un golpe muy fuerte en la boca puede llegar a producir la perdida del tejido periodontal y, por tanto, se darían las encías retraídas.

Además de estas causas, cabe destacar que los cambios hormonales propios de la mujer, algunas enfermedades como la diabetes o los factores genéticos también favorecen a la aparición de gengivitis y periodontitis.

En cualquier caso, sea cual sea la causa, recuerda visitar a tu dentista, al menos, una vez al año.


En Clínica Beltrán tenemos una profunda pasión por el cuidado bucal. Sabemos cómo informar y educar a nuestros pacientes para conseguir unos buenos cuidados básicos de salud dental. ¡Ven a visitarnos!

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